La terapia a base de aceite es un método sencillo y asombrosamente eficaz para depurar la sangre. Sirve para combatir numerosas dolencias, entre ellas las enfermedades de la sangre, trastornos hepáticos y pulmonares, molestias en dientes y encías, dolores de cabeza, enfermedades cutáneas, úlceras gástricas, problemas intestinales, pérdida del apetito, achaques renales y del corazón, encefalitis, trastornos nerviosos, pérdida de memoria, trastornos propios de la mujer e hinchazón en cara y párpados. La terapia consiste simplemente en un enjuague de la boca con aceite.
Para realizar esta terapia se precisa aceite de coco, de girasol, de sésamo o de oliva sin refinar y prensado en frío. Por la mañana, preferiblemente nada más despertarse o, en cualquier caso antes de desayunar, se introducirá en la boca una o dos cucharadas de aceite, pero sin tragarlo. Lentamente, se pasará el aceite por la boca, entre los dientes y sobre las encías, durante tres o cuatro minutos. En este proceso, el aceite se mezcla con la saliva y activa las enzimas liberadas. Las enzimas extraen toxinas de la sangre y, por ello, es muy importante escupir el aceite al cabo de no más de tres o cuatro minutos, pues de lo contrario las toxinas extraídas podrían volver a absorberse.
«Se observará que el aceite que se escupe tiene un tono lechoso o amarillento, debido a que está saturado de toxinas y de miles de millones de bacterias destructivas. «
Andreas Moritz
Para mejorar el resultado, se repetirá el procedimiento dos veces más (si se extraen demasiadas toxinas y la persona se siente incómoda, entonces se hará sólo una vez). Después, se enjuaga la boca con media cucharadita de bicarbonato o de sal marina sin refinar (cualquiera de esas dos sustancias disueltas en un poco de agua). Esa solución elimina los restos de aceite y toxinas. Además, es posible cepillarse los dientes para asegurarse de que la boca quede limpia. También es recomendable cepillar la lengua.
Entre los efectos visibles del enjuague con aceite están la eliminación de las hemorragias gingivales (de las encías) y el blanqueo de los dientes. Cuando se está enfermo, este procedimiento se puede repetir tres veces al día, pero siempre con el estómago vacío. La oleoterapia mejora y refuerza las funciones del hígado y depura la sangre de las toxinas que éste no es capaz de eliminar o neutralizar. Esto beneficia a todo el organismo.
Moritz, Andreas. Los secretos eternos de la salud (SALUD Y VIDA NATURAL) (Spanish Edition) (pp. 337-338). EDICIONES OBELISCO S.L.. Kindle Edition.