Además de los metales pesados del pasado con los que ya nacimos (y así es como los hígados de los recién nacidos pueden estar sobrecargados ya), estamos expuestos a los metales pesados tóxicos a lo largo de toda nuestra vida. He aquí una pequeña muestra de las fuentes, algunas de las cuales son alborotadores del hígado por derecho propio: los fármacos; el agua corriente; el combustible de los aviones a reacción que cae del cielo; las cañerías; la comida de los restaurantes en los que se raspan mucho las ollas y cazuelas de metal y los instrumentos de cocina; los nanoespráis que se aplican a los artículos manufacturados, y los pesticidas, los herbicidas y los fungicidas.
“Para evitar los metales pesados tóxicos, desconfía de todo lo que te ofrezcan. Estos alborotadores pueden empezar a salir de tu hígado a la semana de que empieces a cuidártelo.”
Medical Medium
Si te aplicas con regularidad la desintoxicación de metales pesados, puedes hacer salir de los niveles más profundos de tu hígado los metales pesados tóxicos en un año o dos. Hay métodos de desintoxicación pensados para expulsar el metal del hígado, además de otras partes del cuerpo, de un modo tal que lo pueda gestionar tu organismo, para que se eliminen en vez de volver a circular. El Rescate del Hígado 3:6:9 también hace salir del hígado los metales pesados de tal modo que no se pueden volver a absorber. Y, además, hace que sea mucho más fácil hacer salir los metales pesados de ahí en adelante. Estos son los métodos responsables para hacer salir del cuerpo los metales pesados de tal modo que no produzcan reacciones a las personas sensibles, a diferencia de otros supuestos suplementos, limpiadores y técnicas que existen por ahi para los metales pesados.
Mercurio: Podemos quedar expuestos al mercurio, entre otras fuentes, cuando manejamos las pilas y baterías de los aparatos; cuando nos ponen empastes con amalgama de metal (o cuando nos los retiran); cuando entramos en contacto con pesticidas, herbicidas y fungicidas; al comer pescado; al tomar suplementos de aceite de pescado (incluso los de alta calidad que afirman que están libres de mercurio), y al estar en las cercanías de lagos y de otras extensiones de agua. Además, el mercurio es el metal pesado tóxico que se transmite con mayor facilidad de una generación a otra; por ello, el mercurio que tienes en el higado puede ser muy antiguo.
Plomo: Algunas de las causas por las que puedes terminar teniendo plomo en el organismo son: por haber manejado de niño lápices de mina de plomo; por haber estado expuesto a la pintura con plomo (ya fuera en el pasado, cuando estaba fresca, o en la actualidad, intentando retirarla), por usar agua que ha corrido por cañerías de plomo en edificios antiguos, y por haber tenido contacto con pesticidas, herbicidas y fungicidas. Procura también no cultivar un huerto cerca de una casa en cuyo exterior se haya empleado pintura al plomo. El terreno circundante puede estar saturado, y podrías terminar comiéndote unas verduras y hortalizas sazonadas con plomo.
Aluminio: Estamos en contacto con él constantemente, desde las latas hasta el papel de aluminio, pasando por los recipientes de comida preparada, los utensilios de cocina, el maquillaje, el agua corriente, las cremas de protección solar y los pesticidas, herbicidas y fungicidas.
Cobre: El hígado es muy sensible al cobre. Como este metal se suele emplear para hacer cañerías, las partículas de cobre pueden terminar en tu agua potable y de baño; además, está presente con frecuencia en los pesticidas, herbicidas y fungicidas. Ahora hay una moda de emplear en la cocina ollas y cazuelas de cobre de todo tipo; procura tener cuidado con ellas y usa las de cerámica siempre que puedas; tu hígado te lo agradecerá.
Cadmio: Este está en el aire y nos cae del cielo, por lo que nos entra en el organismo cuando lo inhalamos. También está en los pesticidas, herbicidas y fungicidas.
Bario: Otro alborotador que inhalamos cuando cae del cielo. También nos cae en la piel, y lo tragamos, porque está en el agua corriente. Suele emplearse en las exploraciones médicas con técnicas de imagen.
Níquel: Ingrediente de los pesticidas, herbicidas y fungicidas.
Arsénico: Otro componente de los pesticidas, herbicidas y fungicidas.
William, Anthony. Médico Médium: El rescate del hígado: Una nueva forma de entender y tratar los problemas gastrointestinales, la psoriasis, la diabetes, el acné, el hígado … y muchas enfermedades más (Spanish Edition) (p. 419-420). Arkano Books. Kindle Edition.