La glándula denominada timo, que regula la activación de las células T (células inmunológicas, llamadas también glóbulos blancos o linfocitos), es el primer órgano que resulta afectado por el estrés. Las glándulas T ayudan a identificar y eliminar del cuerpo células cancerígenas y otros agentes invasores. El debilitamiento de esta glándula puede deberse a factores diversos, como las malas noticias o sucesos negativos, la deshidratación, el consumo de alimentos y bebidas de escaso valor nutritivo y procesados. Todos estos factores merman la activación que las hormonas del timo hacen de las células T y dejan el cuerpo sin defensas suficientes para impedir la propagación de células cancerígenas y otros procesos patológicos.
«El estrés no es otra cosa que el constante agotamiento del timo a causa de las influencias negativas o nocivas en la vida cotidiana.»
Andreas Moritz
La glándula del timo se contrae cuando se produce una situación de estrés. Es bien sabido que a raíz de una herida grave, una enfermedad repentina o una intervención quirúrgica se destruyen millones de glóbulos blancos, y la glándula del timo se reduce hasta la mitad de su tamaño normal. Ver unas imágenes de Hitler, de un pedófilo o de un terrorista puede bastar para estresar significativamente la glándula del timo.
La glándula del timo tiene que luchar con numerosas influencias negativas, si tenemos en cuenta la exposición cotidiana a la radio, la televisión, la prensa, la comida basura, las sustancias químicas que hay en alimentos y bebidas y a personas con actitudes negativas, etc. a la que nos encontramos. Incluso los anuncios que muestran a gente fumando o bebiendo alcohol debilitan el timo. La mayoría de las personas no se dan cuenta de la energía vital que pierden cuando se exponen a situaciones estresantes. Pasar el tiempo en ambientes insanos, por ejemplo en lugares llenos de humo, o haciendo cosas que diezman nuestra energía, como conducir de noche o comer cuando se está cansado, pueden llegar a abatir el cuerpo. Cuando no queda suficiente energía para funcionar con normalidad, uno se pone nervioso o empieza a alarmarse. Cuando eso ocurre, a menudo se oye decir: «Hoy me siento tenso», o «estoy muy estresado». El estrés no es otra cosa que el constante agotamiento del timo a causa de las influencias negativas o nocivas en la vida cotidiana. El estrés deja de afectarnos cuando dejamos de exponernos a esas influencias y corregimos el daño que han ejercido en el pasado. Podemos fortalecer nuestro timo y recargarlo de energía positiva, y con él todo nuestro organismo, si realizamos actividades que nos animen y levanten el ánimo: ingerir alimentos nutritivos, escuchar música relajante y pasar más tiempo al aire libre que en lugares cerrados o frente al televisor. Al optar o bien por debilitar o bien por fortalecer el cuerpo, se practica la primacía de la mente sobre la materia.
Moritz, Andreas. Los secretos eternos de la salud (SALUD Y VIDA NATURAL) (Spanish Edition) (pp. 34-36). EDICIONES OBELISCO S.L.. Kindle Edition.
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