El «superalimento» del siglo Los cereales para el desayuno nunca han sido tan populares como hoy en día. Rebosantes de vitaminas y minerales, prometen fuerza, salud y vitalidad, especialmente para la generación joven. Apenas existe en el mundo uno de esos cereales comerciales que no parezca contener todo lo que un niño necesita para recibir una alimentación «perfectamente equilibrada». Sin embargo, a pesar de esta «valiosa» contribución a la salud de la familia, un número aterrador de niños muestran signos de mala salud y falta de inmunidad.
«Se supone que las vitaminas que se añaden a los cereales protegen al niño del azúcar destructor de vitaminas, pero no parece una garantía muy segura. «
Andreas Moritz
Aparte de los «copos de maíz» (cornflakes), que siguen encabezando la lista de cereales para el desayuno en Estados Unidos y en Europa, las ventas de nuevos alimentos para el desayuno «sabrosos y sanos» abundan como nunca antes. Los principales destinatarios de la publicidad de estos desayunos «saludables» son los niños. La investigación revela que nada menos que el 79 % de todos los hogares utilizan cereales preparados para la primera comida del día. Los niños suelen estar muy ansiosos por probar la última versión del producto, que básicamente contiene los mismos ingredientes que todos los demás tipos, pero se presenta con formas y colores distintos. El esmerado diseño de la caja, con la típica familia feliz o el consabido paisaje natural idílico, promete a los padres un contenido puro y natural, a menudo cultivado ecológicamente, y bueno para la familia entera. Los críos están encantados con las simpáticas figuras que aparecen en el cartón. «Si Mickey Mouse, el pato Donald, Bugs Bunny o los fuertes dinosaurios aprecian este alimento, también tendrá que ser bueno para mí», pueden pensar algunos niños.
Los embalajes tienen un gran poder de manipulación sobre los niños. Investigadores del Packard Children’s Hospital de California pidieron a 63 niños de edades comprendidas entre tres y cinco años que probaran sendas raciones de hamburguesa, patatas fritas, trozos de pollo rebozados, zanahorias baby y leche. Algunas de las raciones llevaban un envase con el logotipo de McDonald’s y otras, envases neutros. Como era de esperar, la mayoría de los niños opinaron que los alimentos con los logos de McDonald’s sabían mejor que los mismos alimentos con envases neutros.
No hace falta mucho esfuerzo para convencer a una madre mal informada de que los alimentos presentados en embalajes tan bonitos son realmente buenos para sus hijos. La madre, quien naturalmente desea que sus hijos tomen lo mejor, se siente tranquila cuando comprueba el alto valor nutritivo del producto en la tabla informativa. Ésta declara convincentemente que el cereal contiene una cantidad equilibrada de hidratos de carbono, proteínas y grasas, y sobre todo que está enriquecido con todos los suplementos alimentarios esenciales. Si se añade la cantidad adecuada de leche (casi siempre pasteurizada y homogeneizada) a este superalimento, los niños tomarán el mejor desayuno posible que la naturaleza puede ofrecerles, o al menos eso cree la madre.
Moritz, Andreas. Los secretos eternos de la salud (SALUD Y VIDA NATURAL) (Spanish Edition) (pp. 1000-1002). EDICIONES OBELISCO S.L.. Kindle Edition.