Ya no es una creencia mitológica pensar que la Luna ejerce gran influencia tanto en los seres humanos como en la naturaleza en su conjunto. El flujo y reflujo de las mareas, el sonambulismo y los ciclos menstruales son tan sólo unos cuantos de los numerosísimos fenómenos que vienen estimulados y regulados por esta potente fuerza cósmica de los ciclos lunares. Se nos ha enseñado a utilizar esa fuerza en bien de nuestra salud, de la jardinería, de la agricultura y de prácticamente cualquier otro aspecto concerniente al ser humano. Una vez que hayamos descubierto los secretos de los ciclos lunares y sincronizado nuestra vida y nuestras actividades con ellos, podremos sacar mucho partido de esa armonía nuevamente recuperada con el mundo natural. Los seres humanos, otros mamíferos y la mayoría de las aves e insectos están sometidos a esa misteriosa fuerza de la naturaleza. Todo proceso natural, como el del embarazo, el crecimiento de las plantas y su maduración, así como la duración de diversas dolencias, dependen de los ciclos lunares. Nuestros antepasados eran maestros en la sincronización con la naturaleza. Su gran capacidad sensorial, su perspicacia y la observación precisa de los fenómenos de la naturaleza les hizo ser conscientes de los siguientes factores:
- Muchos fenómenos naturales -el vaivén de las mareas, el nacimiento, los pájaros, el tiempo y los ciclos menstruales- guardan una relación directa con los movimientos de la Luna.
- Los animales terrestres y las criaturas marinas sincronizan sus actividades, es decir, buscan sustento, se alimentan y se aparean, con la posición lunar.
- La eficacia y el resultado de actividades cotidianas, como cortar madera, cocinar, cortarse el cabello, cuidar las plantas y abonar la tierra, dependen de los ciclos lunares. Con Luna menguante, por ejemplo, los alimentos se cocinan antes y se digieren con mayor rapidez, y la madera se corta con más facilidad con Luna creciente, cuando tiene un mayor contenido en humedad.
- Someterse a ciertas intervenciones quirúrgicas y utilizar ciertos medicamentos puede dar mejor resultado en unos días y ser del todo ineficaces o nocivos en otros. Este efecto es a menudo independiente de la dosificación y la calidad del medicamento y de las habilidades del médico que lleva el tratamiento.
- Las plantas, las hortalizas y las hierbas medicinales están expuestas a diferentes tipos de energía ciertos días y contienen muchos más principios activos en determinadas épocas que en otras. Las hierbas y hortalizas son, por consiguiente, más potentes cuando se recolectan con Luna llena. La Luna creciente incrementa la savia de las plantas, aportándoles más nutrientes, vitalidad y energia.
A finales del siglo xix, gran parte de la humanidad adoptó el reloj para saber la hora. El hombre moderno gradualmente fue dejando de lado el conocimiento de los ciclos naturales del día y de la noche y los cambios de posición de la Luna y de las estrellas, al considerar que «ya no era importante». El reloj desplazó y erradicó el conocimiento profundo que la mayoría de las personas poseían sobre esos sucesos cósmicos naturales y sus efectos sobre el conjunto de la vida en la Tierra. La antigua sabiduría que había apoyado los diversos modos de vida natural a través de los siglos y se había ido transmitiendo de generación en generación, pasó rápidamente a considerarse una simple superstición. Hoy en día, sin embargo, ha resurgido un inesperado y renovado interés por descubrir nuestra relación con los ciclos lunares. Desde el punto de vista de la Tierra, la Luna pasa por las siguientes fases principales:
Luna nueva
La Luna da una vuelta alrededor de la Tierra casi cada 28 días. Cuando la Tierra se sitúa entre la Luna y el Sol no podemos verla. Esta fase se denomina «Luna nueva». La Luna nueva puede asociarse a la fase de espiración, cuando eliminamos los gases tóxicos y los residuos del organismo. Es posible prevenir muchas enfermedades si se ayuna durante un día en esta fase lunar, pues es cuando el cuerpo está más dispuesto a purificarse eliminando toxinas acumuladas. Por eso es también un buen momento para efectuar una limpieza hepática. La Luna nueva significa también un nuevo comienzo. Si se desean dejar los viejos hábitos, como el tabaco o el alcohol, éste es el mejor momento. Es posible intentar cambiar de hábitos en cualquier momento del mes, pero decepcionará la incapacidad para conseguirlo. El viejo dicho «el camino comenzado ya está medio andado» se puede aplicar a la Luna nueva. Un árbol enfermo puede recuperar su salud y su vitalidad si lo podamos durante la Luna nueva. De modo similar, un tratamiento iniciado en esta fase lunar puede comportar una rápida curación.
Luna creciente
Tan sólo unas horas después de la Luna nueva se empieza a ver la Luna creciente en el firmamento. La etapa de crecimiento hasta la Luna llena dura alrededor de trece días. Cualquier bien y cualquier aporte nutritivo que llevemos a cabo en el organismo en este período resultará mucho más beneficioso que en otro momento del mes. Ello explica también por qué la fertilidad aumenta y se conciben y nacen muchos más niños en esta fase de la luna y también durante la Luna llena. Por otro lado, es muy útil saber que cuando la Luna crece, la capacidad del cuerpo para recuperarse de una lesión o de una operación disminuye. Es probable que los empastes, las coronas y los puentes dentales duren menos cuando se aplican durante la fase creciente de la Luna. Incluso lavar la ropa es menos efectivo en esta fase, por mucho que se utilice la misma cantidad de detergente.
Luna llena
Una vez recorrida la mitad de su trayectoria alrededor de la Tierra, vemos la Luna llena, es decir, la vemos entera por la noche y a veces incluso durante parte del día. En este momento, la Luna ejerce su mayor influencia sobre todas las formas de vida de nuestro planeta. Sonambulismo, hemorragias más abundantes, mayor efecto de las hierbas recolectadas en Luna llena, incremento de crímenes y actos violentos, mayor tasa de nacimientos, todo esto son efectos de la influencia lunar. Podar los árboles durante la Luna llena puede comportar su destrucción. Puesto que el cuerpo tiende a retener fluidos durante la Luna llena, es mejor no llevar a cabo una limpieza del hígado o de otros órganos en este período. También conviene evitar someterse a intervenciones quirúrgicas, incluidas las dentales, durante la Luna llena, Luna menguante En el curso de los 13 días siguientes, la Luna se va ensombreciendo de nuevo gradualmente. Las antiguas civilizaciones sabían que ése era un buen momento para someterse a una operación (si era necesaria), pues la capacidad de curación del cuerpo está en su máximo apogeo. A ser posible, hay que concertar visita con el dentista durante esa fase o en la de Luna nueva. La extracción de dientes debe realizarse tan sólo en la fase de Luna menguante o nueva. Además, en este período, la actividad física requiere menos energía y produce mejores resultados. El sistema digestivo también funciona de manera más eficaz, hasta el punto de que incluso comiendo algo más de lo normal no se gana peso.
Moritz, Andreas. Los secretos eternos de la salud (SALUD Y VIDA NATURAL) (Spanish Edition) (pp. 244-247). EDICIONES OBELISCO S.L.. Kindle Edition.